miércoles, 7 de octubre de 2015

Las autoinstrucciones en niños TDAH

Las autoinstrucciones es una técnica cognitiva conductual que más allá del título que tiene este articulo, pueden ser usadas por todos y en una serie muy amplia de conductas o actividades de la vida diaria, sirve como autoguía para  realizar una conducta nueva. Son instrucciones que se da la misma persona primero en voz alta en una primera fase, describiendo, guiando y terminando una conducta objetivo, que a su vez está dividida en pasos, cada paso está acompañado con la autoinstruccion.

Se usa con mucha efectividad en niños con TDAH para una serie de conductas como  impulsividad, perdidas de cosas, autocontrol, conversaciones, peticiones de ayuda, conversaciones, solución de problemas, en fin, es amplia la gama en que se puede realizar las autoinstrucciones con éxito. La conducta que se quiere realizar o enseñar al niño debe estar dividida dependiendo de la edad del niño de cuatro a seis o siete pasos. En los niños más pequeños, digamos de 4 años  funciona mejor conductas de  3 a 4 pasos, estas sub conductas deben ser dichas en términos claros, precisos, sin mucha explicaciones que puedan confundir al niño. Pongamos como ejemplo: Control de la impulsividad para un niño de seis años

Paso 1.- Me estoy enojando.
Paso 2.- respiro profundamente muchas veces.
Paso 3.- me alejo del lugar
Paso 4.-  me calmo.
Paso 5.- regreso a ver si puedo solucionar el problema.

Otro ejemplo: Hacer tareas con mama.

Paso 1.- suena el timbre
Paso 2.- busco mi maleta
Paso 3.- digo a mi mama “es hora de tareas”
Paso 4.- me siento a esperar a mamá.

Como pueden ver, la instrucción que se da el mismo niño debe ser corta y fácil de recordar y deben ser anteriormente entrenadas con el terapeuta. Puede utilizarse también con ayuda de la tecnología, como teléfonos, grabaciones, fotos, sticker u otra forma de hacer recordar las autoinstrucciones en el momento oportuno. Debe de ser dichas primero en voz alta, luego en otra fase modular en voz baja los pasos, en otra fase bajar más la voz como un murmullo que solo el niño  escuche, y finalmente los pasos deben hacerse guiados solo por la voz “dentro del pensamiento”

En lo personal me ha sido de mucha ayuda en mis sesiones con niños y adolescentes con problemas de atención e impulsividad, en ocasiones la he utilizado con ayuda de sticker que han sido pegados en los cuadernos de los escolares que le recuerden hacer las  autoinstrucciones. Aun más, he utilizado recordatorios de tipo personal como un prendedor en la ropa o una liga en la muñeca del niño que le hacía recordar y repetir en voz alta las autoinstrucciones previamente entrenadas en las sesiones.

Dependiendo de los autores que han desarrollado programas de autoinstrucciones, las más efectivas deben tener parte de este procedimiento:

-      El terapeuta modela la conducta diciendo en voz baja los pasos que está haciendo.
-      Luego el terapeuta pide al niño hacer los pasos y lo guía con la voz alta.
-      Luego pide al niño que diga los pasos en voz alta y los realice.
-      El terapeuta modela nuevamente la conducta pero con una voz baja y repite los pasos anteriores.
-      Así hasta llegar a realizar los pasos solo guiados por “la voz en el pensamiento”
Parece fácil, pero como siempre, se gana experiencia con la práctica. No olvidar que el modelamiento de las conductas hechas por el terapeuta debe ser motivantes para que el niño lo haga.


Y como siempre, no olvidar reforzar positivamente. Esa es la cereza de la torta

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