viernes, 28 de agosto de 2015

Para la crianza de su hijo, piense en el futuro y no en el pasado.

Nada, absolutamente nada le asegura que la forma en que Ud está  educando a su hijo, le servirá para que él tenga éxito en la vida, sea feliz, infeliz, tenga éxitos o fracasos, nada. Aquí la palabra “asegura” cede su paso a la probabilidad, así que mejor  tratemos de  proyectarnos en las altas o bajas probabilidades hacia el futuro. El resultado de nuestro aprendizaje tiene esta característica, así fue en el pasado y lo es en el presente. Toda forma de enseñanza –aprendizaje, lo que llamamos educación, el cual está basado en pocos marcos teórico, y toda teoría o practica psicológica infantil que tiene muchos marcos teóricos comparten las mismas seguridades de éxito, ósea nulas. Pero no se desanime, hablar de probabilidades es una mejor opción, es más realista y más objetiva, no se engañara ni se desanimara con los posibles resultados, más bien le servirá para corregirse y construir una educación que tenga, eso sí, altas probabilidades de éxito.

Cuando decimos que en lo referente a la crianza de su hijo, piense en el futuro y no en el pasado, hablamos en términos de probabilidades, y en este sentido hablamos en lo que le servirá más adelante a él, en cuanto a resolver problemas, en su actitud y aptitud para eso, y no en el recuerdo que tenga, en el futuro, de sus castigos. Un adulto que sepa resolver problemas tendrá más probabilidades de que las cosas le salgan como lo planea, un adulto que recuerde los castigos al que ha sido expuesto cuando era niño, tendrá altas probabilidades de ser castigador, abusador y tendera a la tristeza o depresión, no por el supuesto “trauma” sufrido, sino por el condicionamiento y el aprendizaje de ese tipo de consecuencias, y no tuvo oportunidad de aprender conductas mejores y gozar de sus consecuencias.

En la crianza de nuestros hijos nos ocupamos y nos preocupamos de sus faltas y mala conducta., así ocurre en casa y en el colegio, pocos padres y profesores ponen énfasis en conductas adaptativas y la refuerzan, ante cualquier conducta problema los profesores derivan al alumno al psicólogo escolar y  los padres castigan, sin ocuparse de enseñar buenas conductas con instrucciones, modelos y refuerzos.  Pensar en el futuro es enseñarle a resolver o afrontar las consecuencias de sus actos, pensar en el pasado es castigarlos por una inadecuada conducta.


Si su hijo tiene algún problema con alguna consecuencia aversiva para él, que lo afronte, pero se le debe enseñar la conducta adecuada para que lo haga y reforzarla siempre, nadie hace lo que no sabe, y dejar a la suposición de que el niño “debía” de saberlo es poco serio, por ejemplo, si Ud quiere que su hijo- que ya está en edad de hacerlo -  le ayude a poner la ropa sucia de él en el cesto correspondiente, enséñele y explíquele varias veces, si no lo hace, enséñele que eso trae consecuencias, la que será que no tenga ropa que ponerse, dígale esto con respeto, con mucho interés, con voz adecuada sin emociones y sin criticarlo –No con golpes ni gritos-, así, en su momento, cuando necesite salir muéstrele que la consecuencia es que no saldrá si no tiene ropa limpia o se la pondrá sucia.  Si llega esa situación, explíquele las consecuencias igualmente con respeto. Es más probable que en el futuro si se repite estas condiciones, el niño aprenda a poner en su momento la ropa sucia en el cesto, es más probable que lo haga, es más probable que se dé cuenta, es más probable que aprenda. Maneje esas probabilidades, los seres humanos aprendemos lentamente, incluso de nuestras propias experiencias.

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