lunes, 3 de marzo de 2014

Generalización

A Ud. le gustaría que su hijo se comporte educadamente en toda situación, que salude “buenos días” siempre a cualquier persona, o que mire de frente a los ojos siempre independientemente de con quién esté hablando, que responda o pronuncie la “rr” ante la consonante R, r, pero también ante las diversas formas de esa consonante, como R, r. Que juegue igual de divertido con un grupo de niños que con otra clase de grupo de niños. Que pare lo que está haciendo, cuando alguien le diga  ¡¡¡No¡¡¡¡. También le gustaría a Ud. mismo  hacer un buen análisis en diversas situaciones ya sea en su trabajo o en su vida familiar, o al menos, un análisis que se acerque a lo correcto, por ejemplo: Un medico querrá hacer un buen  diagnostico basado en el análisis correcto de síntomas que veces puede ser únicos y otras veces diferentes pero con ciertas características de otros síntomas, de hecho su equivocación podría traerle problemas a su paciente.
Pues esta es la definición conductual de la generalización (Becker 1975) “Cuando una persona responde ante un estimulo nuevo, de la misma forma que ante un estimulo previamente enseñado que tenga alguna de las mismas características se llama generalización”
Así ocurre en los ejemplos antes mencionados. Un niño saluda siempre cuando entra en cualquier ambiente, mira de frente cuando habla a su profesor y a sus compañeros de aula, pronuncia la consonante “rr” ante la palabra “rata” o “perro”. Cuando un medico aprendió en su internado viendo a otro médico que ciertos síntomas orientan hacia un diagnostico y acertó, y él hace lo mismo cuando se encuentra con otro paciente con los mismos síntomas acertando también. Todos ellos han tenido respuestas generalizadas o conducta generalizada. Como un plus les diré que si el mismo medico se encuentra con otro paciente que tiene los síntomas parecidos pero no idénticos que el paciente anterior y acierta nuevamente con el diagnostico, estaría haciendo una conducta discriminativa, lo que tratamos en el artículo anterior.
Es positivo que se le enseñe a los niños a responder con conductas generalizadas, ya sea en la enseñanza aprendizaje y “formación de valores” y en algunos aspectos de su educación, aparte obviamente de las conductas discriminativas que también son importantes.
Esperar que los niños y las personas generalicen sus conductas naturalmente es una espera que no tiene éxito porque no se da comúnmente, así que no lo dejemos a la suerte o a la voluntad de la persona. Saber generalizar naturalmente es la excepción, no la regla, así que hay que enseñarle, tanto en el caso de niños como en adultos. Pero la enseñanza no se da solo en el consultorio, hay que también ampliarla a la escuela y en el hogar, para eso, lo que hago en el consultorio es enseñarle hacerlo a los profesores y a los padres o cuidadores de los niños, para que el cambio se dé en la escuela y en la casa.
Para que el cliente – adulto o niño – responda igual a dos situaciones diferentes, lo que hago es recalcar las situaciones comunes que existen en esas dos situaciones, por ejemplo podemos empezar a enseñarle a Juancito a mirar a los ojos a niños de su misma edad, como Juancito es varoncito, se le enseña a mirar a los ojos a todos los varoncitos, empezando con sus amigos Pedrito y Matias, ampliando la enseñanza a varios amiguitos del salón –todos varoncitos- para después, luego del reforzamiento adecuado, ampliar a las mujercitas y así después pueda mirarle a los ojos cuando habla con adultos. Para esto se le hace saber al niño que Pedrito y Matias tienen ambos su misma edad, comparten los mismos juegos, van en la misma movilidad a sus respectivas casas etc., el entrenamiento al profesor va por ese camino, para que haga saber a Juancito las similitudes entre Pedrito y Matias, incluyendo el color de cabello, ojos y estatura. Hay varias técnicas para enseñar generalización a los niños ya adultos. Lo importante es recalcar que cuando se enseña una conducta debe haber control de estímulos, control que debe perderse paulatinamente cuando existe ya la generalización, ya que el niño o adulto debe aprender a comparar situaciones por si misma ya sin control de ningún orden.

Como siempre le digo a los padres y clientes que vienen a consulta, la paciencia y la constancia es clave en el aprendizaje, dependiendo del sujeto y su historia de aprendizaje, las condiciones ambientales que este se ha dado y su adaptabilidad al reforzamiento,  el tiempo variara, unos aprenderán más rápido que otros, pero al final todos aprenden.

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