martes, 22 de mayo de 2012

RUSSELL


Permanente inconformista,  este filósofo y matemático ingles del siglo XX, tenía la sutileza  e ironía  inglesa muy marcada para  volverse contra todo dogma que limitara la mente en su libre entendimiento. Su permanente lucha intelectual para enfrentarse al conocimiento social y religioso de su epoca, dirigido mas a la conducta represivas y la moralidad cristiana que a la felicidad del hombre, lo llevo a cuestionar temas y dogmas tomados por ciertos tradicionalmente, de la religión pensaba que era perjudicial a la humanidad, de la educaciòn opinaba Rusell, solo educaba rebaños obedientes sin capacidad de analizar el conocimiento pero si el  apego a las cuestiones pràcticas, al  materialismo y al conformismo. Para Rusell el hombre debía ir más allá de la apariencia de las cosas, hasta encontrar el animus espiritual no religioso, este animus espiritual no religioso debía de llevar al hombre común por caminos del conocimiento científico y racional, únicos ámbitos que abrían el camino hacia la superación del espíritu y a la convivencia pacífica.
Podríamos decir de Rusell que fue un humanista de su época,  no estaba de acuerdo con la implacable moral de la que decía : “No era su objetivo hacer feliz a los hombres”, èl apostaba por el ser humano que aunque impredecible era en lo que creia. Porque para Rusell el determinismo no contesta a todas las preguntas de la causalidad de las cosas. Creía en el poder del conocimiento y del amor, ambos a su opinión debían de vivir relacionados. Al respecto decía: “ No es bueno el conocimiento sin amor,  ni el amor sin conocimiento”  la primera de ellas  queda demostrado por ejemplo en las bombas nucleares estalladas en Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial , en donde el conocimiento científico puso fin a una guerra, sin importarle quienes eran las victimas, soldados o civiles.    Y el amor sin conocimiento  se aplica en la medida que la pareja enamorada entrega su vida esperando ser recíprocamente reforzada, situaciòn que casi nunca es, ya que esperar por las caricias de otro ser humano sin condiciones demuestra un total desconocimiento de la naturaleza humana.

Rusell se preocupo de  la alta tasa de natalidad que presentaba las madres de su epoca, con demasiados hijos para poder  mantener, y la que acababa, o muerta por múltiples partos, o sumida en la más horrible pobreza. Culpó a la religión de mantener en la oscuridad a las mentes brillantes desde el comienzo de su historia, aborreció al clero y dejo de ser cristiano, volviendose ateo.

 Su preocupación por la educación de los niños también fue objeto de análisis en su horizonte intelectual, para Rusell, el miedo, la envidia y la crueldad, eran emociones que crecían en ambientes hostiles y castigadores, si bien es cierto que las emociones humanas nunca cambiaran, las condiciones ambientales podían lograr un autocontrol y una disminución de esas tres emociones negativas que corroían la existencia de quien las siente.

La sexualidad para Rusell era un ámbito utilizado para fines de represión y dominación, el  clero usaba los asuntos del sexo y la libertad de manera represiva, apoyaba  la educación sexual a los adolescentes en las escuelas, combatió la virginidad de la mujer  y estuvo de acuerdo con la convivencia, ademas que,  los cuidados de prevención sexual favorecían a la disminución de las enfermedades.

En la conferencia pronunciada el 6 de marzo de 1927 en el ayuntamiento de Battersea Inglaterra dejo en claro su ateísmo, concordando con Nietzsche que la religión ha condenado a la humanidad a una existencia de oscuridad.
¡En fin! Rusell fue una mente brillante y liberal, abrió muchos caminos para el cambio de mentalidad, iconoclasta en el fondo, aunque moderado en la forma.

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