jueves, 27 de diciembre de 2012

Reporte de aula y reporte del hogar


Un programa conductual funciona mejor y más pronto cuando le profesor y los padres coordinan los informes o reportes del niño tato en el colegio como en el hogar, de esta manera de cierra el círculo en donde el niño debe emitir la conducta deseada o disminuir la conducta problema.

A veces los reportes del aula no coinciden con lo que se logra en el hogar y viceversa. Por ejemplo: Si en el colegio se le refuerza la conducta de jugar sin violencia, en la casa, los padres sin querer fomentar el juego violento, ya sea con armas de juguetes, juegos de computadoras etc. Lo que ocasionara que el niño se confunda en lo que se le pide y se deteriora en el peor de los casos el desarrollo de la conducta meta, en el mejor de los casos demorara su aparición. En otras palabras colegio y hogar deben trabajar juntos en el cumplimiento del programa conductual.

Por lo general los programas conductuales trabajan en el objetivo de que la conducta del niño en el aula y en el hogar sea coordinadas. Una puede complementar a la otra. Si Juan no encuentra los reforzamientos en la escuela, el hogar puede suplir esta carencia del colegio, decimos carencia solo por decir, debido a que muchos reforzadores son casi imposibles que se den en el aula, ya sea por cuestiones de tiempo, financias o espacios, como viajes, juegos en computadora, premios etc. Pero los padres si pueden cumplirlo. Los informes mediante la agenda puede salvar este inconveniente práctico que se ve a diario en la aplicación de los programas. Esta agenda a parte de comunicar las tareas, o cualquier aviso a los padres de familia, puede cumplir también la labor de informes de aula hacia el hogar, comunicando mediante alguna esquela o escrito si el alumno ha cumplido con lo requerido en clase. Si no es posible usar la agenda para estos fines, tarjetas pequeñas es lo recomendable para que los profesores comuniquen a los padres la labor del niño en el aula. Estas tarjetas deben contener el trabajo realizado, la felicitación o la frecuencia de las llamadas de atención que el niño a tenido por no hacer las labores den el aula. En cambio el niño recibe en casa algún reforzador o se le resta reforzador en un programa de ganancia o pérdidas de puntos. Los padres pueden premiar por la cantidad de tarjetas aceptables,”visto bueno”  o sticker que el profesor coloque en esas tarjetas.

Para que funcione de manera adecuada se debe ser constante y el niño debe saber la conducta que se espera de él o que se espera que disminuya hasta su extinción.

En todos estos eventos lo que el hogar hace es apoyar los avances en la conducta del niño fuera del hogar. Mientras más minuciosa sea la coordinación entre profesores y padres en la confección conjunta de la lista de conductas que se espera del niño, su emisión, donde y cuando, más efectivo será la intervención.

En estas notas o esquelas el profesor podría poner la cantidad de hojas leídas en clase, las horas que el alumno haya puesto atención a las tareas, no interesa si efectivamente la atención mejoro o no, lo que interesa es premiar al alumno siquiera por el intento que hace en emitir la conducta que se quiere ver, las mejoras vendrán por su propio peso. También pueden detallar los juegos cooperativos que el niño realiza o las conductas violentas que presento con algún compañero. La gama de conductas que el maestro debe anotar son enormes, dependerá de las coordinaciones con los padres.

Estas esquelas debe ser regresadas a los profesores con las firmas y anotaciones de los padres con los reforzadores, ganancias o perdidas que tuvo el niño.

 

 

 

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