viernes, 26 de agosto de 2011

EL DUELO


Dentro de la programación de temas a tratar en este consultorio virtual el tema del duelo ante la muerte estaba entre los últimos, pero debido a  la experiencia reciente de un amigo mío, voy a darle prioridad.

  La muerte tiene muchos significados según el contexto de la sociedad en que se vive, o el significado personal de cada persona. El filosofo griego Epicuro decía con sorna no hay que preocuparse tanto por la muerte por que “cuando ella llega nosotros ya no estamos, y cuando nosotros estamos, ella aun no llega”. Erik Ericsson decía que es la última etapa de la vida en donde solo se puede tener una resolución positiva, si se ha tenido una buena relación y resuelto los conflictos previos al deceso. Obviamente esto se refiere a una muerte esperada ¿pero qué pasa cuando no es esperada ni producto de una enfermedad? Sartre nos decía que la muerte es un “Janus bifrons” entiéndase esto como un suceso que pone término y/o da significado. Pone término a la vida pero también da significado a la vida misma y a los que quedan en ella, también nos decía que la muerte es la nihilizacion de las posibilidades, porque su cualidad es que no se sabe cuando llegara y está presente desde nuestro nacimiento y que realmente morimos cuando se nos deja de recordar. El concepto de la muerte en el cristianismo  es mas  resignada - al menos debería serlo- porque es el encuentro final con Dios, visto de esa manera hay que sentirse tranquilos porque nuestro ser querido por fin esta con El Salvador.

El duelo es la expresión del dolor íntimo que sentimos por la persona que  perdemos. El luto en cambio es la expresión social de ese dolor, es decir vestirse de negro, no asistir a reuniones sociales durante cierto tiempo, etc. La expresión del duelo puede ser de  varias maneras, dependiendo de la causa del deceso y de la relación que se haya tenido con la persona pérdida por lo general, cuando el deceso no es esperado causa más trastorno emocional, cuando es esperado debido a vejez o enfermedad, el proceso de duelo puede darse incluso antes que se presente el deceso.

La expresión de este duelo puede darse por lo general con los siguientes signos y síntomas.

-           Tristeza y melancolía.

-           Disminución de las actividades que antes le daban placer.

-           Llanto y evocación de recuerdos agradables o desagradables con la persona perdida.

-           Sentimiento de culpa, debido a creencias sobre alguna responsabilidad con el deceso.

-               Visión catastrófica de no recuperarse con expresiones “no lo podre soportar”.



Hay coincidencias en que el proceso de duelo puede durar entre tres a seis meses, pasado este lapso puede darse un duelo no resuelto que además de los síntomas antes descritos podemos sumar:



-       Insomnios y sueños recurrentes, depresión, ansiedad y stress.

Este duelo no resuelto puede durar años.

En la intervención tenemos que tener presente que existían relaciones de apego con la persona pérdida, que podrían ser conflictivas o no, y que necesitarían expresarse. Además de eso el objetivo de la intervención tiene que ser además de la expresión de sentimiento, una reestructuración de pensamientos que mantienen el duelo, como los del tipo de atribución de culpa y catastrofismo, someterlo a pruebas y comprobación,  para posteriormente trabajar con el paciente pensamientos de auto aceptación del sentimiento y de la realidad.
¡Resignacion Jaime¡.














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