jueves, 16 de junio de 2011

EL CASTIGO

Michael Foucault en su libro “Vigilar y castigar” hace una crítica de los castigos que el sistema de la sociedad del siglo XVIII cometían contra los trasgresores de la norma, castigos que eran crueles, sin tomar en cuenta la condición humana del que trasgrede, y los que detentaban el poder eran máximos exponentes de la justicia que era en cierta medida convenida con el poder, incluso las mismas victimas  no tenían formas de encontrar justicia cuando los trasgresores eran poderosos, siendo los más débiles, es decir pobres y  locos, los que eran ejemplos de esa aplicación justicia.
El psicólogo conductista Burrhus Frederick Skinner decía sobre el castigo que cuando una persona era sometida a esa práctica,  era una oportunidad perdida para reforzarle conductas alternativas. Y es que el castigo es mas empleado  por los castigadores para evitar las molestias que causa la conducta inadecuada que para corregirla, y concluyo esto porque es muy usada y encima mal aplicada.
Por principio diré que dentro de un programa conductual, lo que se busca realmente, no es eliminar conductas del repertorio del sujeto, sino reforzar las nuevas o las ya establecidas, en este sentido la técnica del castigo es una práctica negativa, que se  debe usar en último caso, cuando las demás técnicas no dan resultado. Además de la explicación ética y moral del castigo, por razones prácticas, debido a que el castigo genera violencia, resentimiento y cuando es aplicada de manera constante puede generar autoincriminaciones que pueden causar después síntomas depresivos en la persona.  
La mayoría de personas que castigan están condicionadas a aplicarla, la mayoría no se da cuenta de esto, pero los que sabemos de los principios del aprendizaje, sabemos que la persona que castiga poco a poco se condiciona y  refuerza su propia conducta violenta, porque al castigar al niño llorón con un golpe, el niño logra callarse y  calma la molestia del castigador. Esto es reforzante para quien castiga, por eso lo vuelve a hacer, incluso sin darse cuenta de ello. La  violencia familiar es un modelo de esto, el hombre maltratador lo hace muy seguido por que así domina y  subalterna a la pareja, y como eso es lo que busca en un primer momento, lo vuelve hacer, aun incluso después de la promesa de no volver hacerlo, ellos manifiestan que no se pueden controlar, pero es probable que se hayan condicionado a tal punto que no tengan conductas alternativas aparte de castigar, en otras palabras se vuelve un habito golpear y castigar.
El castigo a la larga genera violencia, resentimiento y modelo de castigar para quien lo ve, por eso la práctica del castigo es repetible como modelo, por ejemplo de la madre hacia el niño, o del hermano mayor hacia el menor.
El castigo siendo una técnica negativa sin embargo por principio, da resultado inmediato, pero su uso  efectivo debe ir acompañado de conductas alternativas para enseñar, nunca debe ir acompañado de maltrato físico, ni psicológico.
La alternativa conductual al castigo es el reforzamiento, es decir premiar conductas alternativas e incompatibles  a las inadecuadas. El reforzamiento es efectivo si es inmediato o en su defecto es acompañado de señales que será premiado poco después. Si en última instancia el castigo debe aplicarse, debido a que  la conducta inadecuada realmente sea perjudicial para el mismo niño o para otros,  debe enfocarse como costo de algo que al niño le agrade, algo así como “cobrarle” en prenda, tiempo, o actividad agradable, por ejemplo puede cobrarse tiempo de ver televisión, tiempo en jugar o dejar de darle regalos o promesas, a la vez el niño castigado debe ser enseñado en conductas alternativas reforzantes. De esta manera el castigador se desacondiciona al golpe y dejara de castigar en el tiempo, condicionándose en cambio a reforzar la conducta adecuada.

lunes, 13 de junio de 2011

LA EDUCACION

Cuando se habla de educación generalmente se le asocia a la escuela en todos sus niveles y al nivel superior como institutos técnicos y universidades. Sin ánimo de debate defino a la educación como el proceso de aprendizaje y adquisición de conocimiento en todas las áreas del quehacer humano, desde el ámbito científico hasta el humanista, en este último ámbito interviene lo que es la moral, ética y las buenas costumbres. Así entonces una persona con una adecuada educación debe tener una formación científica humanista,  es decir conocimiento amplio sobre filosofía, economía, política, historia, y las demás ramas del conocimiento humano, pero también tendrá en su desarrollo diario, los componentes éticos y morales que le harán convivir en sociedad con respeto hacia su prójimo. Esto como  se sabe no es de todo cierto en la práctica, se prioriza la especialización para la producción, preferentemente técnica, dejando de lado la moral y lo humanístico, lo que dará por resultado, y los vemos muy a menudo, profesionales con una cultura general mediocre, inmorales, y corruptos, la muestra de esto esa cuando nos enteramos de gente muy preparada con grandes títulos académicos y licenciaturas, metidas en corrupción, y practicas inmorales, al respecto me preguntan muy seguido ¿Cómo un profesional está metido en esas cosas? Y me piden una explicación psicológica a esto. Yo les digo que la explicación es psicológica educativa, de una escaso aprendizaje moral y ético, son muy buenos como abogados, médicos y psicólogos, pero son mediocres como seres humanos. Además como es fácil concluir, la educación escolar no prioriza la formación emocional del alumno, ¿será función de la escuela formar a sus alumnos en lo emocional? La respuesta no la sé, lo que se como psicólogo es que que la estabilidad emocional en el aprendizaje es fundamental.

Como complemento a este aspecto la familia juega un rol importante en el establecimiento de códigos de buena conducta, de ahí la frase “La educación empieza por casa”, pero la familia en nuestro país está en proceso de desintegración y no cumple el rol que le corresponde. Veamos algunos aspectos de este problema.

 En una prueba de comprensión lectora y de matemáticas, realizado entre estudiantes de primaria y secundaria a nivel mundial en colegios públicos y privados en el 2007, el Perú ocupo el último lugar. Claramente esto significa que los  estudiantes no comprenden lo que leen, y no alcanzan niveles de satisfacción en pruebas de matemáticas. ¿Pero qué quiere decir no comprender lo que se lee?  La lectura es un proceso lento, el proceso de descodificación de signos gráficos que vendría a ser la lectura, tiene como meta principal la comprensión e interpretación del texto, su fin último es el sentido que se le da a lo que se ha leído, el proceso lector tiene que darse desde edades tempranas y ser continuo, si  a los niños no se les acostumbra a leer, es muy difícil que en la adolescencia esta costumbre aparezca, la comprensión e  interpretación se da en un contexto donde la lectura es perfeccionada en el tiempo, es decir, si un estudiante no tiene la costumbre de leer, es más probable que  comprenda poca e intérprete menos el texto que se le dé a leer en un momento dado, tal vez tendrá una comprensión concreta del texto  a  nivel primario y concreto del pensamiento, pero no es lo deseable, ya que conforme el estudiante evoluciona en edad, así debe ser su evolución en el desarrollo del pensamiento, desde el nivel concreto primario, pasando por  el nivel funcional y terminando en el último nivel lógico –abstracto.


Ahora bien,  es verdad que no existe un parámetro de interpretación verdadera, es decir,  no se comprende o interpreta mejor que otro, lo que se quiere lograr es que en el proceso de interpretación el estudiante, le dé sentido a la lectura desde su propia experiencia, si esta experiencia es pobre, así será la interpretación que se haga. La experiencia del estudiante se da en un contexto en donde la lectura es desarrollada, el dialogo familiar es fluido,  y la relación  con el profesor es lineal, de este modo “la carga” intelectual lo capacitara a dar no solo una interpretación sino varias, conforme al bagaje cultural del lector.

El Perú no es un país lector,  el promedio de libros comprados es uno de los más bajos de América Latina- entonces no es de extrañar que ocupemos los últimos lugares de la tabla en ese rublo.

Culpamos a la escuela de este problema, pero descuidamos el papel que juega el entorno familiar, investigaciones relacionadas con el rendimiento escolar nos dicen, que mientras más alto sea el nivel intelectual de los padres, el nivel de rendimiento escolar será mejor, en este sentido, nuestros alumnos no tienen modelos a seguir debido a que en sus propios hogares no se les facilita el aprendizaje.  No dudaría en decir que los periódicos más vendidos en el Perú son los llamados “chicha” y los deportivos, por ejemplo el diario El Trome y El Chino, son  diarios que muestran grandes imágenes, fotos y colores, pero no tienen contenidos culturales, y en sus páginas abundan el escándalo, los deportes y chismes de la farándula, y son dos de los más vendidos. Es cierto también que los profesores no están a la altura de lo que se exige, que no dejan lecturas que inviten a la reflexión, y si a esto sumamos que los niños no tienen buenos modelos de lectura en sus hogares, nos convertiremos en un país con jóvenes que mayoritariamente preferirán imágenes antes que reflexión, en buena cuenta, nos hemos convertido en   analfabetos funcionales,  por qué no cumplimos la función  principal de la lectura, que es la comprensión e interpretación.

Líneas arriba mencione que la lectura es un proceso lento, comparado con el desarrollo del lenguaje oral que es mucho más rápido y que  se establecerá tarde o temprano en el niño, la lectura contiene fases en su proceso, antes de empezar a leer las escritura está el desarrollo de la imagen. Entonces antes que la lectura,  aparece la imagen como ente universal y más allá del idioma - al que no  necesita -  es el primer sistema de señales que tiene nuestra especie, la imagen es la escena en sí, es lo evidente, se muestra o no se muestra, no deja espacio a la imaginación, esta fascinación del niño por la imagen debe irse perdiendo poco a poco dejando paso a la lectura de textos donde priorice las letras, de esta forma los dibujos y las imágenes deben ser más pequeñas conforme avanza la edad del niño lector, dejando paso a que intervengan mecanismos cognoscitivos, como el reconocimiento visual de las letras, reconocimiento de sus sonidos, su segmentación y representación escrita, reconocerla en su significado, dando lugar a la formación de lo semántico. Además de esto,  lector aprendiz debe hacer todo esto de forma automática y en el menor tiempo posible, variando desde milésimas de segundo, hasta las centésimas de segundo en los más lentos, incluso llegando hasta al segundo en aquellos niños que tengan problemas en leer.

Desde la educación inicial, se le introduce al niño en visualizar las letras de las vocales para que se vaya familiarizando con ellas, es el inicio de la lectura, proceso lento y paciente que algunas investigaciones concluyen que debe terminar de manera adecuada,  alrededor de los diez años, más o menos al cuarto de primaria ya el niño debe tener la capacidad de leer sin problemas ni pausa, si esto no ocurre, el niño tendrá que leer de forma lenta, tratando de descifrar las letras, y en este proceso perderá concentración en comprender la palabra, por que estará concentrado en descifrarla, entonces la comprensión será pobre o simplemente no se dará debido a que las pausas en descifrar los grafemas y fonemas, bloqueara el proceso comprensivo.

Conozco colegios privados que exigen como requisitos a los alumnos ingresantes que a los cinco años, ya deben saber leer, esto demuestra que existe un desconocimiento del aspecto evolutivo del niño, a las diferencias individuales y a los estilos de aprendizaje. Pero entre  todos ellos, el desconocimiento mayor es que los niños de cinco años, no están en capacidad cognitiva para poder leer sin pausa, exigirle esto a los niños de esa edad es exponerlos a stress de forma innecesaria que lo único que lograra es que el alumno por la presión misma del aprendizaje, le llegue a tener animadversión a  la lectura. El niño debe terminar su etapa de aprendizaje alrededor de los diez años, con buena experiencia previa de lectura de textos, si no es así, el proceso de comprensión se tendrá que reanudar desde el inicio con técnicas didácticas para la ocasión dependiendo del estilo de aprendizaje del niño lector.

Es que los alumnos que no comprenden lo que leen, no es porque tengan un problema psicológico, simplemente lo que ocurre es que en el proceso mismo del aprendizaje de la lectura, no lo hacen con los métodos y tiempos adecuados, es así que lo poco que aprenden a leer, lo hacen de manera rápida, sin pausa ni tiempo en la descodificación de los grafemas, lo que resulta que no pueden reconocer la segmentación de los signos que leen, además de esto, si no saben el significado de una palabra, no podrán saber de qué trata el texto, en otras palabras leer también implica que el estudiante desarrolle el vocabulario, caso contrario no entenderá la palabra ni  relacionara lo leído con las palabras nuevas encontradas, bloqueándose el proceso de la interpretación.

Pero hay algo que puede detener y bloquear el normal desarrollo de las capacidades de aprendizaje lector del alumno, y es la excesiva exposición a la imagen, me estoy refiriendo específicamente a los estímulos tanto tecnológicos o ambientales, que tengan como componente imágenes visuales, como el televisor y el internet,  pasar mucho tiempo frente a estos aparatos puede retraer la capacidad cognoscitiva para la lectura, haciendo de nuestra mente un lugar en donde se desarrolle la imagen estática que no invita a la reflexión, porque la imagen se muestra toda y no te deja cambiarla ni manipularla, en algunos casos los programas y juegos interactivos podrían ayudar, pero aun estos, si se utiliza solo en la imagen vacua, tendrá lo que yo llamo “ El efecto retro de la televisión”.

La relación niño-imagen es primigenia en la socialización, en la mayoría de los hogares primero vemos la  televisión antes de empezar a hablar, si este sistema de señales que es la imagen, no es controlado y regulado por los adultos, puede llegar a retrasar la aparición de un aspectos importante  de nuestro sistema cognoscitivo como es la atención y concentración en los detalles dentro de un contexto global, así como  la discriminación  visual y auditiva de grafemas y sonidos, y  la recuperación de datos de nuestra memoria operativa, y esto debido a que la imagen no lleva a la realización de significados y a la producción de ideas. Al mostrarnos el hecho en sí, como está ocurriendo, escasa motivación dará al niño para que su mente realice un sistema de conceptos, que dicho sea de paso, no necesitara para entender la imagen.

Y esto es lo que está ocurriendo en el Perú actual, debido a la situación económica y a la gran cantidad de hijos que tienen la mayoría de peruanos  ambos padres se ven obligados a trabajar fuera de casa, algunos para sustentar básicamente el ingreso familiar, otros para mantener su buen estatus social, dejando a sus hijos a cargo de un cuidador  que poco o nada harán para su cuidado emocional y su aprendizaje, dejan al niño frente al televisión mucho tiempo, sin tener en cuenta la calidad del programa que ve, es entonces que el niño se acostumbra a desarrollar la percepción visual, más que la capacidad de lectura. Luego en la secundaria es donde se verá estas deficiencias de comprensión de lectura que tiene su origen en el inicio del aprendizaje y en la  atrofia producida por la imagen. 

Los valores

Hemos indicado en el comienzo de este capítulo que una educación completa y adecuada debe contener aspectos globales del conocimiento humano, desde lo científico a lo humanista, en este sentido la educación en valores entraña una necesidad urgente en nuestro país. El peruano promedio tiene poco respeto por la propiedad pública, el ciudadana común solo cuida, mantiene, y respeta su propiedad privada, muestra de una necesidad de afianzar valores de empatía y respeto social, indispensable para la convivencia  y mejoramiento de nuestra condición humana civilizada. ¿Pero que es un valor? Es un concepto de comportamiento a seguir, que guía nuestra conducta social y moral, variables de sociedad en sociedad, y de tiempo en tiempo, por ejemplo es conocida la llamada “hora inglesa” por la puntualidad, y la “hora peruana” por lo contrario. Durante el gobierno del ex presidente Alejandro Toledo a la hora peruana se le llamaba “La hora Cabana”, en alusión al lugar de nacimiento del presidente y a su excesiva tardanzas para llegar a los actos oficiales de gobierno. En este sentido cuando en el Perú se llega tarde, no es motivo de preocupación, muchas veces en las mismas invitaciones de pone un tiempo antes para dar lugar a la llegada “puntual de las personas”. Podemos notar que existe lo que  yo llamo “Una aceptación y  acomodación social”  a este anti valor de llegar tarde que ya se ha establecido en la práctica social diaria de los peruanos, incluso en los actos oficiales del gobierno o de alguna institución privada, las ceremonias y actividades no se realizan a la hora. Concluimos entonces que los valores como el ya nombrado, puede ser relativo y flexible de país en pais.

A diferencia de la Ley, los valores no son de cumplimiento obligatorio, son internalizados por la propia persona como orientación de vida, vendrían a ser como guías que determinan que hacer en un momento dado, tanto en forma personal como social.

Pongamos otro ejemplo, es conocido que los Estados Unidos de América no resuelve como vinculante los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con los actos que realizan sus Fuerzas Armadas, aunque no es miembro de la Corte, es el primero en pedir sanción cuando los Derechos Humanos son vulnerados en otros países. Entonces podemos decir que el cumplimiento de los Derechos Humanos, la empatía y el respeto a la integridad de las personas, es cambiante para este país con relación hacia fuera de sus fronteras. Aquí asistimos a la realización de un concepto de que varía de sociedad en sociedad hipócritamente, aunque los Derechos Humanos son universales, algunos países lo acomodan a su conveniencia bajo la etiqueta a veces de “seguridad nacional”.

Los países islámicos son otro ejemplo que no nos gustan, ahi los Derechos Humanos no son una práctica constante, es conocido que la mujer no tiene los mismos derechos que el varón y es consideraba en muchos casos como una propiedad. Afianzado como esta por cuestiones religiosas, es un valor que no es de esa sociedad.

Por eso los valores morales y éticos de las sociedades son diferentes, en este contexto, los valores son subjetivos y de sola significación para quien los ejecuta.

Desde un punto de vista evolutivo y psicológico, los valores ayudan a la persona que los  tiene a ser mejores. Pero nuestro  país siendo en su gran mayoría de población pobre, en donde la canasta básica familiar no es satisfecha, sus sueldos son modestos, y lamentablemente no se han formado en valores, muestra día a día conductas que bien podría llevar el calificativo de antivalores, coimas a la autoridad, prestar lo ajeno y no devolverlo, poco respeto a la propiedad común, robos, violencia, corrupción, discriminación social, etc, nos demuestra un país con serios problemas de formación de valores.

Lamentablemente para algunos, esta falta de valores no solo se ve en los adolescente, sino también en personas que pasan los cincuenta años, conductores que estacionan sus autos en las veredas, se pasan la luz roja, no pagan sus multas, coimean a la autoridad, autoridad que se deja coimear, en fin, todo esto nos demuestra que los anti valores no son nuevos en nuestra  sociedad, y los que dicen que  “La educación pasada, fue mejor que la actual” son los primeros que encabezan la lista de trasgresores a la Ley y a la moral

Los valores en muchos casos no son racionales, los hay que son emotivos, como la compasión. La decencia es un valor también que tiene componente emotivo, porque en el Perú actual ser decente significa ser “quedado” y perder oportunidades de hacer dinero, si decimos que el dinero y su utilización es algo  importante- y lo es- entonces perder oportunidad para conseguirlo como sea, por ser decente,  seria irracional y  hasta tonto para la mayoría. Pero ahí radica esta cosa de los valores, si no existe un reforzamiento social ante la conductas de valor social, de hacer lo correcto aun cuando no saquemos provecho de ello o nos veamos perjudicados, no llegaremos a construir una sociedad peruana justa.

Según Shapiro (2003) hay tres componentes psicológicos que ayudan a desarrollar valores en los niños, la empatía, la vergüenza y la culpa.

La empatía es un proceso por el cual la persona desarrolla una conexión emocional con otra persona, de sus sentimientos, de cómo puede sentirse, y como puede sufrir en un momento dado. Si nos identificamos con ellos como seres humanos y pensamos “que esa persona sufre, igual como yo sufrí“, entonces estaremos construyendo relaciones empáticas que nos ayudaran a percibir a los demás con respeto. Esto se desarrolla desde niño, en el proceso de crecimiento nos vemos relacionados con los demás en la escuela y en el barrio, es ahí en donde se debe de procurar enseñar la empatia en los hogares mediante el ejemplo de los padres, de conductas empáticas mediante actividades de ayuda a los más pobres,  como donar la ropa que ya no nos queda, visita a centros de ancianos o de personas abandonadas, y participar en grupos de ayuda en iglesias  e instituciones sociales;  en las escuelas la tutoría debe estar orientada en el trabajo en grupo, dinámicas grupales que permitan conocer al amiguito del salón. Al respecto los juegos participativos y de confianza ayudan a integrar y cohesionar al grupo.

Cuando un niño realiza una conducta inadecuada o antisocial de la cual no siente vergüenza, por ejemplo ser descubierto en una mentira-  es síntoma que no está  siendo formado de manera adecuada en la práctica de los valores morales, la vergüenza y la culpa de un acto deshonesto es principio fundamental para rectificarse, su acción contraria denota desarrollo sociópata y hasta síndromes psicopatológicos, que requieren  intervención.

El niño es formable, educable, no hay razón para que el niño muestre conductas inadecuadas y no tener la oportunidad de corregirlo, salvo que esté creciendo en un ambiente antisocial y abandonado a su suerte, es por eso que la intervención tutorial en las escuelas y de los padres en casa, es fundamental para su desarrollo moral.























martes, 7 de junio de 2011

EL DISPOSITIVO COGNITIVO EN LA DISCRIMINACION

País de mestizos, país discriminador

Técnicamente hablando, los seres humanos recibimos los estímulos exteriores por medio de la percepción, que es el sistema primario y básico que nos conecta con la realidad, la función principal de la percepción es seleccionar y organizar los estímulos que nos llegan de forma desordenada del ambiente. Siendo una coraza  seleccionadora por naturaleza, su función operativa puede ser sin embargo, aprendida, en este sentido puede ser subjetiva y nos puede engañar. Permanentemente la persona vive discriminando estímulos, cuando salimos  a la calle, nos topamos con un sinfín de variables que nos llegan y no podríamos aunque quisiéramos, tomar en cuenta a todos, es necesario entonces tener filtros que nos hagan escoger aquellos que nos agraden, o sean de nuestro interés, esto se basa en la historia de aprendizaje que tenga la persona,  para eso la percepción se vale de la atención,  proceso organizado que ayuda a seleccionar lo que se percibe.

Ahora bien, desde el punto de vista social y psicológico en la acción perceptiva entra necesariamente otro ser humano, “el Otro”, en la atención seleccionadora también. Técnicamente la discriminación es una clasificación que se hace para separar persona u objetos en grupos, según la taxonomía que se siga. Esto es normal y hasta conveniente en la acción de la búsqueda y rechazo de estímulos, el problema para nuestra convivencia es que en esta clasificación social de las personas,  participa ideas y creencias que son erróneas y que se dan por ciertas en la mayoría de los casos, sin una verificación previa.

El Otro, como entidad clasificada fuera de nosotros ha sido ya objeto de análisis, tanto por el psicoanálisis, como por el existencialismo, Sartre decía al respecto “Ese prójimo cuya relación conmigo no podemos captar y que jamás es dado, nosotros lo constituimos poco a poco como objeto concreto, no sirve para formar mi experiencia, sino mi experiencia lo forma como prójimo, es decir como sistema de representaciones fuera del alcance, como un objeto concreto y cognoscible. Pues en efecto, el prójimo no es solamente aquel que veo, sino aquel que me ve”. Así de esta forma nuestras experiencias nos ayudan a formar la imagen del Otro. Se podrá decir que Sartre estaba en contradicción, pero no es así, ya que el existencialismo nos dice por principio que nunca vamos a poder estar en el sentir de otra persona, y esto es correcto, de ahí su imposibilidad de captarlo en su entera dimensión, por eso, lo que queda para el otro es su construcción hecha por mi experiencia, que lo forma, de esta manera, a mi entender, el pensamiento sartreriano estaba impregnado de una solitaria existencia primaria y básica, a pesar de toda su abstracción interesante de la nada y del ser, me refiero a que la idea del prójimo en Sartre estaba formada por una creencia irracional de pesimismo en cuanto relación conflictiva con el prójimo, y en esta medida, si las relaciones son problemáticas, y lo son para él, -puede que haya tenido razón no lo niego- mis conceptos del prójimo serán parte de esa relación, es una experiencia a priori al mismo estilo kantiano de la idea del conocimiento del fenómeno.

Y la práctica de la discriminación en todas sus formas  en muchos casos parte de estas experiencias apriori. El termino apriori quiere decir antes de, ¿Antes de que? De lo que sería el  segundo proceso de conocimiento, que es la verificación del hecho, aunque en muchos casos no se necesita esta verificación, más precisamente cuando se trata de axiomas, es necesario hacerlo cuando en nuestro proceso de selección de estímulos interviene el factor humano, ya sea en forma individual o en grupos sociales, si no se hace esto, queda perfecto el terreno para que se desarrolle una discriminación social sin base racional.

Una vez implantada esta discriminación a priori sin base racional se puede realizar de varias formas, lo hacemos  por estatus social, capacidad económica, el aspecto intelectual, preferencias sexuales,  por ideas religiosas, y por la raza, que es a mi opinión la más cruel de todas y la más humillante, y creo esto porque las personas pueden llegar a superar vayas sociales y económicas, pero es imposible llegar a “superen” su raza.

A diario vemos que miembros de las clases sociales llamadas “emergentes” logran escalar posiciones sociales y económicas, y esto ocurre porque conceptualmente, el aspecto económico y el estatus social van de la mano, uno mejora el otro, generalmente lo económico jala al estatus social- aunque no se perciba un avance intelectual-, ¿ Pero qué ocurre con el raza? Siempre va quedar ahí, es un mapa genético del que no se va poder salir nunca, así; por más que una persona avance en otros aspectos, como el económico, lo social, incluso el intelectual, el aspecto de la apariencia física y el color de piel no se puede cambiar, es una marca de fábrica sin opción de devolución o cambio que da la apariencia ante el Otro, que  encasilla en una clasificación que de forma costumbrista se hace del prójimo, y ante el cual, biológicamente no hay nada que hacer.  Esta discriminación racial encierra en la representación mental del Otro, una experiencia básicamente emocional - apriori-, donde existe errores de pensamiento como la generalización que es una conclusión inductiva, con una conclusión del tipo “así como ese, todos son iguales”.

La psicología cognitiva y conductual, ve en el racismo una actitud aprendida, Veamos que nos dice otros enfoques sobre el tema.  El psicoanalista Jorge Bruce (2007) observa que la práctica psicoanalista ha dejado de lado el análisis del racismo por mucho tiempo,cita a  Castoriadis (2003)  y concuerda con una de las cuatro variantes que el psicoanálisis tiene para explicar su relación con el Otro según este autor: “La cuarta explicación –de lejos la más común-   se refiere a los mecanismos de escisión, represión y proyección. Esta última es la que nos concierne en relación de la teoría de Castoriadis sobre el racismo. Consiste en recurrir a los mecanismos de proyección e introyección como operadores esenciales en el mundo interno. Para el psicoanálisis, la proyección y la introyección son dos mecanismos de defensa que tiene el Yo para salvarse de lo inconsciente y sus pulsiones de vida o muerte, la proyección es aquel proceso en donde el Yo deposita en la otra persona, sus propios errores y también sus cualidades – generalmente se transfiere los errores -  y la introyección es lo contrario, es una identificación de afuera hacia adentro que me puede construir o destruir – generalmente construye – así,  Se introyecta lo positivo y se proyecta lo negativo, para lo cual se buscan depositarios adecuados en el entorno, los que facilitan el proceso de expulsión de todo aquello que es internamente clasificado como inadmisible”.

En nuestra opinión desde el enfoque cognitivo, las personas racistas han desarrollado esquemas de  pensamientos de tipo  polarizado y  dicotómico, la realidad es una especie de película en blanco y negro, no hay grises, en esta actitud aprendida clasificamos y discriminamos sin tomar en cuenta el aspecto racional.

Siendo la discriminación una elección de estímulos, repito técnicamente hablando, es natural que esto ocurra, entonces metemos en un mismo saco a los que tengan ciertas características sociales, económicas y raciales y nos movemos socialmente en esta clasificación. El problema del racismo viene cuando hemos aprendido a tratar mal a los que están en la otra clasificación.

El asunto no es que yo sea diferente o clasifique, el asunto ocurre porque desde esa diferencia, se hace una valorización ya sea social o particular y se dice “yo soy mejor y tu eres peor”. Y eso no pasa por el asunto del proceso técnico de la  discriminación, pasa por un asunto social y emocional, me explico; la discriminación cognitiva y el racismo tiene una denotación diferente que no hay que confundir, y hasta diríamos que son conceptos contrapuestos, mientras que en la discriminación existe una clasificación separadora de los estímulos que me interesan y que no, sean estos aprendidos o modificados -para el tema no interesan- el concepto primigenio no es descalificadoramente aberrante. La diferencia es que en el racismo se da una generalización de las cualidades personales de toda una población, a una sola persona  e implica una actitud de desprecio, de inferioridad, incluso puede pasar que sea negadora de derechos básicos, si buscamos la base de esta actitud descalificadora la encontraremos sin lugar a dudas en aspectos emocionales, no en los aspectos cognitivos.
Pongamos un ejemplo de esta especie de pensamiento generalizado: Una persona va por la calle y de repente un ladrón le arrebata el reloj, la persona agraviada tiende a fijar y clasificar al ladrón primeramente por su aspecto físico, la policía le preguntara ¿Cómo era la persona que le robo? La persona agraviada le dirá si era alto, bajo, blanco o mestizo, cholo, negro o chino, iba con tal  o cual vestimenta, después de esta clasificación objetiva y visual que hemos hecho del ladrón, lo haremos del lugar en donde nos robaron, era una calle de clase alta, era un barrio marginal, un asentamiento humano, un distrito especifico, pero eso no queda ahí, la persona a quien le han robado tendera a tomar en cuenta esta experiencia emocional y clasificarla en la emoción de miedo, temor o  desconfianza que corresponda.
La emoción en este contexto juega un rol importante, por que  ayudara a representar el momento del robo, esta representación se guardara en la memoria operativa o de corto plazo, que es con la que nos manejamos habitualmente, pero también se alojara en la memoria a largo plazo, y se activara cuando esta representación perciba los lugares parecidos y las personas parecidas a las circunstancias en que ocurrió nuestro robo,  perpetuando así la emoción de temor, hacia esos lugares y hacia esas características físicas de la persona, este proceso ocurre, ya sea en el ejemplo que dimos, o en cualquier otra circunstancias tanto agradable o desagradable para nosotros, lo único que cambia son las variables de la circunstancias y el análisis de eso es cognitivo. Siempre en este contexto discriminaremos los lugares en donde podamos ir en el futuro y las personas que se nos acercan. Hasta este momento, se da el evento discriminatorio- per se- con un plus adicional que es la emoción.  Diremos del ladrón, que  fue de raza mestiza, blanco o negro, y si no tenemos esa discriminación cognitiva en donde podemos diferenciar persona a persona, la emoción nos dominara y  tenderemos a generalizar y clasificarla en un grupo determinado, no importará- incluso se negará nuestros motivos- las cualidades particulares de aquella persona que discriminamos y la incluiremos en nuestra idea general de que todos son iguales. Sin embargo la característica del procesamiento de la información y de la forma que se representa los esquemas, es que pueden ser aprendidos, incluso modificados, ya en mi anterior libro “Cognición y conducta” explico que el mecanismo de la emoción compone muchos órganos neurológicos, inclusive más que los procesos cognitivo, sin embargo y aquí la relación importante, innumerables investigaciones confirman que la corteza  media  –que es donde se produce el razonamiento- puede extinguir,  regular e interpretar lo que siente, aunque el envió de señales que regulen e interpreten el estimulo desde la corteza al núcleo amigdalino sea más lenta que las señales que van a la inversa. En esto es esencial el lenguaje porque nos permite codificar  la experiencia, sin esta estructura funcional no reconoceríamos tal o cual experiencia.
Parte de la solución será la educación de la persona, que incluya formación dirigida al sistema cognitivo con ejercitación continua,  para que nuestra racionalidad sea capaz de interpretar las emociones de manera, que no nos lleve a la acción o a la  interpretación errónea, y esto se logra solo con practica,  en el caso que nos ocupa, nos puede ayudar a comprender y hacer conscientes de nuestra conducta racista y corregirla.
Las terapias cognitivas están dirigidas  a influir sobre todo en el funcionamiento de la corteza, que es donde  tiene lugar los pensamientos, y para esto hace uso de una serie de estrategias comprobadas en las investigaciones que harán manejable la situación emocional, proporcionando a las personas  adecuadas manera de procesar y hacer conscientes la emoción.
 Formas análogas a esto hay ejemplos claros en el Perú como a continuación veremos con respecto a los esquemas que se manejan de grupos étnicos.

Específicamente el racismo  como práctica social peruana es muy antigua, y se dio desde ambos bandos, empieza en la conquista española, veamos lo que dice Wright (1992) “En otras partes de la América española las culturas no se mezclaron fácilmente. Los europeos de Perú y Guatemala permanecieron apartados y despectivos ante todo lo que fuera indígena; y los indios, teniendo poco que admirar de las costumbres extranjeras, enfatizaron la separación entre ellos y los invasores. En estas regiones, los mestizos- los híbridos surgidos entre ambos- tendieron a imitar al blanco y a rechazar su parte indígena” y a continuación añade: “¿Pero por que México fue la excepción? por qué se dio ahí entre otras cosas que su capital siguió siendo la misma, obligando a ambas sociedades de entrar en estrecho contacto con el núcleo de la población. Nueva España era la perla de la Corona del imperio español, las mentes más preclaras y los mejores administradores vinieron a Tenochtitlán. Pero también porque Castilla y México pudieron reconocerse en sus respectivas instituciones”

Así tenemos que mientras en el Perú se dio una mezcla de razas en cierta medida limitadas, no hubo una mezcla de culturas como sí ocurrió en México. Podemos detectar un evento de reconocimiento diferenciado en una y otra cultura, que llevo a los mestizos peruanos e hijos de los nativos a creerse herederos de la cultura europea, más que herederos de la cultura autóctona, desde ahí, esta especie de diferenciación en la percepción de sociedades ha sido heredada socialmente hasta nuestros días, hecho que no escapó inclusive al tan admirado segundo libertador del Perú, Simón Bolívar, al respecto, Morote (2007) cita al Libertador que dice en una carta dirigida al general Santander con relación a las tropas peruanas:”Yo creo que he dicho a Ud. Antes de ahora, que los quiteños son los peores colombianos. El hecho es que siempre lo he pensado. Los venezolanos son unos santos en comparación con estos malvados. Los quiteños y los peruanos son la misma cosa: viciosos hasta la infamia y bajos hasta el extremo. Los blancos tienen el mismo carácter de los indios, y los indios son todos truchimanes, todos ladrones, todos embusteros, todos falsos, sin ningún principio moral que los guie”. ¿Tal vez sus continuos viajes a España influyeron en Bolívar para que sea portador de estos esquemas generalizados?. Si avanzamos unas décadas más, veremos que los intelectuales peruanos de mediados del siglo XX no se quedaron atrás, tenemos por ejemplo a Alejandro Deustua, comentado por Saúl Rengifo Vela en el libro “La Intelectualidad Peruana en el siglo XX. “ Ante la condición humana” que a la letra dice: “Deustua divide a la población nacional siguiendo un criterio cultural en cuatro grupos: habitante de punas y caseríos, poblaciones de la sierra que están en constante comunicación con las capitales de departamento, población de estas capitales y población de Lima. Respecto al primer grupo- el de los indios- puede decirse que carece de toda cultura, que no solo no la tiene, sino que le falta la primera condición para poseerla, el interés de saber. Sin noción de vinculo de nacionalidad, sin experimentar ninguna emoción que le haga sentir que esta es su patria, que este suelo le pertenece ¿Qué influencia podrá tener sobre esos seres que solo poseen la forma humana, las escuelas primarias más elementales? ¿Para qué aprenderán a leer, escribir y contar los que no son personas todavía, los que no saben vivir como personas, los que no han llegado a establecer una diferencia profunda con los animales, ni tener ese sentimiento de dignidad humana principio de toda cultura?” Seguidamente si bien Rengifo se sorprende de las palabras del filosofó peruano, le reconoce el merito de la valentía de ver las cosas en blanco y negro.

Sobre la psicología del indio, escribe Enrique López Albujar en la revista “Amauta” Nro. 4, Diciembre del 1926,”El indio es una esfinge de dos caras: con la una mira al pasado y con la otra, el presente, sin cuidarse del porvenir. La primera le sirve para tratar con los suyos, la segunda para tratar con los extraños. Ante los primeros se muestra como es, ante los segundos como querría ser. Esta dualidad es la que norma su vida, lo que lo exhibe bajo esta doble personalidad, que unas veces desorienta e induce al error y otras, hace renunciar a la observación por creerle impenetrable. Así debe ser apreciado este ideario, algunos cuyos juicios podrían parecer falsos o contradictorios”.

Dos visiones de dos intelectuales peruanos de la primera mitad del siglo XX. López Arbujar reconoce en su observación que la idea de los pobladores de la sierra, puede ser contradictoria y errónea. Estas citas confirman que los esquemas relacionados al desprecio del otro han estado permanentemente en el pensamiento dualista, dicotómico y a la vez generalizado del peruano común.

Así vemos, que en el ideario de los intelectuales peruanos del siglo XX, ya existía un esquema de pensamiento dirigido a  clasificar a los “indios”, en una suerte de determinismo sin salida. Teniendo en cuenta que  Deustua era un positivista amante de la estética, no parece extraño esta creencia – ambos - Deustua y López Albujar - demuestran un esquema cognitivo formado en algunos casos en forma a priori - las que reconoce López Albujar que origina una forma generalizada del pensamiento. Aquí juega punto importante  la noción de Extensión de Lundh (1988), los psicólogos conductistas dirían que se habría producido una “Generalización de Estímulos”(Skinner 1935), para  Bruner (1957) sería una “Categorización y clasificación”, finalmente para los psicoanalistas seria la “Proyección”, como ya se ha citado

Veamos ahora como se da esta operatividad diaria de la discriminación desde el punto de vista de las relaciones interpersonales. En el Perú actual existe la idea de  que “cuanto tienes, tanto vales”. En un estudio realizado por la psicóloga Cecilia Salgado Lévano (1999) auspiciada por la Universidad San Martín de Porres, titulada “Como somos los peruanos”  llevada a cabo con estudiantes universitarios de las ciudades de Arequipa y Huánuco, concluyó, que para ser “bien visto”  se debe tener una profesión y un cierto nivel socioeconómico, que la región serrana y el grupo étnico indio son los que ocupan los lugares más bajos en la cultura nacional y que se prefiere a los blancos y mestizos y no a los indios, negros y cholos, aunque – caso curioso - no reniegan de haber nacido en el Perú.

“Bien visto” nos podría remitir a la “Mirada sartreriano del Otro”, sin embargo en el  Perú siendo un país en vías de desarrollo, aún mantiene índices de pobreza muy altos. Esto obliga a las familias a transmitir a sus miembros la idea de que para tener valorización social se tiene que tener cosas materiales, caso contrario “eres nadie”. Las cosas materiales como definición de “alguien “nos remite a dejar de lado lo racional y el valor personal, Esto obliga a tener que discriminar primero, ¿Quien es la persona con quien me relaciono? ¿Con quien se juntan nuestros hijos? .

Si la clase social en que se maneja el peruano promedio es alta mediana o baja, necesariamente tiene que escoger una pareja o un amigo de esa clase social en que se mueve, polarizando su selectividad atencional entre uno y otro, “O eres o no eres”, sin ni siquiera dejar a la posibilidad de “poder ser más adelante” hablando específicamente de la raza, no podrá cambiar por más que quiera Ellis (1967) estipula como una creencia irracional el hecho de que se debe ser indefectiblemente competente y casi perfecto en su ser y en  lo que se haga, llevado esto al escenario social, se cree que un índice de competitividad seria la posición social, el ser reconocido, admirado, valorado por lo que se tenga y si es “blanco” es mejor.


Si como demuestra el estudio de Salgado, consideramos a los grupos étnicos, indios, negros y cholos como los componentes de clases sociales bajas, en buena cuenta haremos una interpretación  de que los cholos, indios y negros no tienen éxito social, en todo caso son gente de “mal vivir”. ¿Pero es esto cierto? no dejamos acaso de lado el hecho de que los distritos de los llamados conos,  han tenido un crecimiento económico, tanto que se han abierto grandes locales comerciales en distritos como los Olivos o San Juan de Miraflores?

Para afianzar esta clase de proceso cognitivo, las personas racistas, se valen también en las noticias donde salen a diario problemas judiciales, crímenes, robos, extorsiones y conductas de dudosa honorabilidad que publican periódicos y televisión, en donde los protagonistas son folcloristas, personas que visualmente se pueden clasificar como “cholas” o “mestizas” y pobladores de Asentamientos Humanos. Esto ayuda a distorsionar la percepción, y ayudar a formar esquemas que establecen como verdad algo como: “¿Ya ves todo son así?”.

Para finalizar podemos indicar que los esquemas cognitivos que se manejan en el racismo son:

-   Categorización-Clasificación: En donde se separa a las personas en grupos de acuerdo a situaciones sociales y físicas.
-   Prejuicios: Esquema cognitivo que se realiza mediante un supuesto razonamiento que no está basado en la experiencia directa, e influenciado por aspectos emocionales y de estereotipos.
-   Estereotipos: Creencia sobre las características que tienen en común los miembros de una categoría social y racial.



Estos esquemas en su aparición, son automáticos, clasificados y ordenados en la memoria operativa, y se reinterpretan constantemente de forma afirmativa, y están ligados a la acción directa de menosprecio, prohibiciones, y asignación de valores estéticos sociales, en buena cuenta lo que se llama conducta racista.

Al final no se trata de que me agrade tal o cual raza o cierto tipo de gente a la fuerza, el asunto pasa por el respeto a los derechos de igualdad, y a garantizar de que aunque seamos diferentes, tenemos los mismos derechos y hay que respetarlo;  una de las soluciones le compete al Estado, este, mal que bien  hace esfuerzos para erradicar el racismo, el Instituto de Defensa del Consumidor (INDECOPI) ha multado muchas veces a lugares que impiden el ingreso a personas que no reúnen ciertos requisitos físicos, eso es ya un avance en el asunto de contrarrestar el racismo. Pero aún falta mucho más en educación principalmente, ya que pretender ver al otro diferente como igual por medio de una Ley,  es en mi opinión un asunto difícil de lograr. Esta práctica debe comenzarse desde la escuela, es ahí donde se educa los esquemas cognitivos, y desde luego en la familia. Las investigaciones nos demuestran que la  práctica cotidiana en las escuelas, mediante dinámicas o juegos de cooperación, entre los niños y niñas, mejora la conducta agresiva entre pares, y lo hacen más cooperativos y empáticos, disminuyendo la actitud social negativa, y desarrolla el reconocimiento del valor del Otro y del orden social.

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